Dos años ha durado el periplo del filial armero en la 2°B, cuyo final se firmó ayer tras la derrota frente al Real Unión Club de Irún.
El sueño del C.D. Vitoria comenzó en verano de 2017 tras lograr el ascenso frente al At. Astorga en el estadio maragato, logrando mantenerlo vivo dos temporadas.
La experiencia, pese al gran hándicap de no tener instalaciones propias adecuadas (tanto por parte del C.D. Vitoria como por parte del Eibar), el club ha podido contar con jugadores inimaginables hace unos años, de los cuáles cuatro han llegado a debutar con el primer equipo en partido oficial. Dos temporadas donde el equipo ha vivido en la zona baja de la clasificación dentro del complicado e igualado grupo II de 2°B.
Este periplo en la división de bronce del fútbol español ha sido posible gracias al acuerdo de afiliación con la S.D. Eibar, aunque dicho acuerdo parece cerca de finalizar según diferentes fuentes, dada la combinación del descenso a 3° División y el posible ascenso a la misma división del Urko-Eibar B. Esta incertidumbre provoca muchas dudas sobre el futuro del proyecto deportivo encabezado por Álvaro Mendiguren por lo que sólo queda esperar a los próximo días para despejar dudas.
Este periplo en la división de bronce del fútbol español ha sido posible gracias al acuerdo de afiliación con la S.D. Eibar, aunque dicho acuerdo parece cerca de finalizar según diferentes fuentes, dada la combinación del descenso a 3° División y el posible ascenso a la misma división del Urko-Eibar B. Esta incertidumbre provoca muchas dudas sobre el futuro del proyecto deportivo encabezado por Álvaro Mendiguren por lo que sólo queda esperar a los próximo días para despejar dudas.